
















Nota del Escritor:
Ante todo, mis disculpas por el retraso en esta edición que canónicamente corresponde con el recién culminado mes de Octubre del año en que salio esta publicación, pero que por motivos que incluyen falta de cybercafes o equipos en los tiempos disponibles para culminar los detalles finales necesarios antes de colocar al dominio publico esta entrada (especialmente mientras sigo en proceso de comprar un equipo nuevo para mejorar la continuidad de las publicaciones que tuvieron el respectivo revés descrito en su momento tras una de las actualizaciones del servicio de blogspot que me quito la opción de usarlo desde algunos dispositivos típicos a la fecha de esta nota de pagina); como la vida frecuente se desenvuelve por numerosos cambios de todos es menester tomar la iniciativa de estar en lo posible al paso de dichas instancias y solo en ocasiones excepcionales como esta es que verán estas justas aclaratorias en función de los ritmos habituales de contenido.

















Una nueva oportunidad se nos ha concedido en este Akelarre digital, para traernos nuevas instancias literarias sobre como ver lo curioso y singular mas allá de las vísperas de este feriado seguido por su servidor por decenas de razones; aunque una de las mas peculiares para la temática de este año lejos de pertenecer a mitologías, epopeyas o fanfictions contituye una brutalmente tangible realidad estudiada y certificada por incluso los científicos mas estrictos, y que aun mas indudable es su destrutivo potencial de tenerlos siquiera de visita cuan jinetes apocalípticos (a diferencia de la "Tía Regla" que provoca tirarla por uno de estos visitantes 






), siendo ni mas ni menos que los agujeros negros, ergo, las monstrusidades menos comprendidas de las abominables fuerzas interestelares a cualquier nivel del universo conocido (porque del universo desconocido hasta las cotufas representan una ameneza fatal 
















).
Y a que viene lo antes dicho, veamos esta historia "frame-by-frame" desde lo que se sabe hasta lo que se imagina por fuerza del negocio y no del ocio como bien estamos acostumbrados en el mundo del Internet; y es que en tiempo "casi antiguos" (.... tampoco no iremos a la prehistoria, así que dejen sus ansias de atrapar dinosaurios) la gente solo tenia la mera imaginación para conceptualizar eventos tales como cascadas perpendiculares en los confines del horizonte, pequeñas montañas "MMUUUUYYY por encima de los paisajes", poblados enteros en lugares dignos de los actuales memes (y esto lo digo muy en serio, pues una vez que lean ciertas referencias de las series actuales se darán cuenta como en mi caso) y encuentros con innumerables monstruos que hoy en día supondrían la nueva temporada de series como "Pokemon" y "Digimon" entre otros similares. Luego al pasar una buena cantidad de milenios, la gente de entonces se cambio a la moda de pensar en miedo tales como la magia, los artefactos épicos y los reinos secretos entre otros (aun después del glorioso Renacimiento) con el peculiar factor común de asumir que "existían pruebas menos refutables que los unicornios", lo cual suponía razón mas que suficiente para sentenciar socialmente la vida de cientos de miles de almas a las fauces de la duda y la incertidumbre durante lapsos que para nosotros serian eternidades pero que para los paisanos de esos tiempo suponían otra pagina mas del libro de la vida. Saltando cuanticamente hasta hace unos cientos de años mas cerca, vemos como la humanidad se empezó "a dar cuenta por fin" del primer temor primal, siendo ni mas ni menos que el terror del prójimo en la forma de guerras, conflictos, querellas (u otro termino sinónimo de sus preferencias) y hasta contrapunteos de cachetadas dignas de telenovelas de bajo presupuesto dadas hasta por la propia sangre de una misma familia (... ni hablar de cuando intervenían terceras personas), que luego fueron desterrando silentemente hasta cierto grado los "detalles previamente descritos como razones de panico", para ir entrando con mayor subliminalidad en aquellos misterios reales que como "todo jefe final desbloqueable" no aparecieron sino hasta tiempos recientes cuando nuestra partida llamada "historia contemporánea" venia de números avances y errores de jugabilidad, con el mero fin de siempre recordarnos lo futibles y efímeros que siempre han sido nuestros pensamientos e ideas, no solo en la forma de nuestros invitados de horror sino también en agentes como "los merodeadores del microcosmos" (incluyendo a la eterna protagonista de las bitacoras mensuales, hasta que se acabe el mundo o me aburra, lo primero que suceda), "los legados del macrocosmos" dignos de cuanta referencia megalofobica de su preferencia pueda siquiera imaginar y finalmente "los vaivenes de nuestras seguridades que solo hasta hace poco nos vinimos a percatar de lo fugaces que son" .... y si, así de aburrido estaba al momento de filosofar este ultimo concepto que lo escribí tal y como vino a mi mente en código Morse, tal y como en los casos cuando leo en las redes sociales "la clásica pregunta baitera" de "¿... que sentido tiene la vida?" a lo que particularmente se me viene la curiosa respuesta "¿.... Eso importa?" dada por Keanu Reeves en la película "The Man Of Tai Chi" y que viene a echar por tierra cuanta otra consideración al respecto sin que sean dignamente invitadas para una genuina discusión plemanente filosofal como en las que he participado (modestia aparte, pues no soy de premios Nobel o Pultizer OJO).
Del segundo concepto que engloba la trinidad caótica antes desglosada en que se encasillan los agujeros negros, junto con las radiaciones intergalacticas, los asteroides/meteoros/cometas trolleros, los planetas y estrellas interestelares con propiedades solo comparables a la ciencia ficción, la denominada "Materia y Energía Oscuras" (que pueden sonar como familiares de los agujeros negros, pero en términos científicos no son ni remotamente sinónimos, OJO CON ESO POR FAVOR) y el propio entorno extremadamente vertiginoso aun para los seres mas resistentes para denotar el factor común que las une en términos de mucha, mucha, mucha peligrosidad, especialmente los primeros que me trajeron a estas lineas. Ya en el caso de estos fenómenos monstruosos del universos tienen propiedades inusualmente notorias que se pueden enmarcar en estos detalles que les muestro a continuación desde lo más técnico (cortesia de Whiskypedia) hasta lo más singular (luego verán por que ....)
Un agujero negro es una región finita del espacio descrita en las ecuaciones de Einstein, cuyo interior posee una concentración de masa lo suficientemente elevada como para generar un campo gravitatorio tal que, salvo por un determinado tipo de procesos cuánticos, ninguna partícula ni radiación —ni siquiera la luz— pueden escapar de él (en 2021 se observaron reflejos de luz en la parte más lejana del agujero negro). Los agujeros negros pueden ser capaces de emitir un tipo de radiación, la radiación de Hawking, conjeturada por Stephen Hawking en la década de 1970. La radiación emitida por agujeros negros como Cygnus X-1 no procede del propio agujero negro sino de su disco de acreción (lo que en fotografias recientes vemos como una especie de anillo saturniano).
La gravedad de un agujero negro, o «curvatura del espacio-tiempo», provoca una singularidad envuelta por una superficie cerrada, llamada "horizonte de sucesos". Esto es previsto por las ecuaciones del campo de Einstein. El horizonte de sucesos separa la región del agujero negro del resto del universo, y una vez dentro de él, ningún tipo de partícula, sea material o electromagnética, puede salir, ni siquiera los fotones (que son la composición más básica de la luz que vemos). Dicha curvatura es estudiada por la relatividad general, la que predijo la existencia de los agujeros negros y fue su primer indicio. En la década de 1970, Stephen Hawking, Ellis y Penrose demostraron varios teoremas importantes sobre la ocurrencia y geometría de los agujeros negros. Previamente, en 1963, Roy Kerr había demostrado que en un espacio-tiempo de cuatro dimensiones todos los agujeros negros debían tener una geometría cuasiesférica determinada por tres parámetros: su masa M, su carga eléctrica total e y su momento angular L. Se conjetura que en el centro de la mayoría de las galaxias, entre ellas la Vía Láctea, hay agujeros negros supermasivos (lo más monstruosos hasta la fecha).
El 11 de febrero de 2016, las colaboraciones LIGO, Virgo y GEO600 anunciaron la primera detección de ondas gravitacionales, producidas por la fusión de dos agujeros negros a unos 410 millones de pársecs, megapársecs o Mpc, es decir, a unos 1337 millones de años luz, mega-años luz o Mal de la Tierra. Las observaciones demostraron la existencia de un sistema binario de agujeros negros de masa estelar y la primera observación de una fusión de dos agujeros negros de un sistema binario. Anteriormente, la existencia de agujeros negros estaba apoyada en observaciones astronómicas de forma indirecta, a través de la emisión de rayos X por estrellas binarias y galaxias activas.
La gravedad de un agujero negro puede atraer el gas que se encuentra a su alrededor, que se arremolina y calienta a temperaturas de hasta 12 000 000 °C, esto es, 2000 veces mayor temperatura que la de la superficie del Sol. El 10 de abril de 2019, el consorcio internacional Telescopio del Horizonte de Sucesos presentó la primera imagen jamás capturada de un agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la galaxia M87.
Los agujeros negros se forman en un proceso de colapso gravitatorio que fue ampliamente estudiado a mediados de siglo xx por diversos científicos, particularmente Robert Oppenheimer, Roger Penrose y Stephen Hawking, entre otros. Hawking, en su libro divulgativo Historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros (1988), repasa algunos de los hechos bien establecidos sobre la formación de agujeros negros.
Este proceso comienza después de la «muerte» de una gigante roja (estrella de 10 a 25 o más veces la masa del Sol), entendiéndose por «muerte» la extinción total de su energía. Tras varios miles de millones de años de vida, la fuerza gravitatoria de dicha estrella comienza a ejercer fuerza sobre sí misma originando una masa concentrada en un pequeño volumen, convirtiéndose en una enana blanca. En este punto, dicho proceso puede proseguir hasta el colapso de dicho astro por la autoatracción gravitatoria que termina por convertir a esta enana blanca en un agujero negro. Este proceso acaba por reunir una fuerza de atracción tan fuerte que atrapa hasta la luz en éste.
En palabras más simples, un agujero negro es el resultado final de la acción de la gravedad extrema llevada hasta el límite posible. La misma gravedad que mantiene a la estrella estable, la empieza a comprimir hasta el punto que los átomos comienzan a aplastarse. Los electrones en órbita se acercan cada vez más al núcleo atómico y acaban fusionándose con los protones, este proceso comportaría la emisión de un número elevado de neutrinos. El resultado final es una estrella de neutrones. En este punto, dependiendo de la masa de la estrella, el plasma de neutrones dispara una reacción en cadena irreversible, la gravedad aumenta enormemente al disminuirse la distancia que había originalmente entre los átomos. Las partículas de neutrones implosionan, aplastándose más, logrando como resultado un agujero negro, que es una región del espacio-tiempo limitada por el llamado horizonte de sucesos. En la actualidad todavía se desconoce lo que sucede con la materia que cae en el agujero negro atravesando este límite, porque para escalas pequeñas solo una teoría cuántica de la gravedad podría explicarlos adecuadamente, pero no existe una formulación completamente consistente con dicha teoría.
Según su origen, teóricamente pueden existir al menos dos clases de agujeros negros:
Según la masa
- Agujeros negros supermasivos: con varios millones de masas solares. Se hallarían en el centro de varias galaxias, por ejemplo en la nuestra, llamado ''Sagitario A''. Se forman en el mismo proceso que da origen a los componentes esféricos de las galaxias.
- Agujeros negros de masa intermedia: (IMBH) es una clase de agujero negro con una masa en el rango de 100 a un millón de masas solares, significativamente más que los agujeros negros estelares, pero menos que los agujeros negros supermasivos.
- Agujeros negros de masa estelar: Se forman cuando una estrella de más de 30-70 masas solares se convierte en supernova e implosiona. Tienen más de tres masas solares. Su núcleo se concentra en un volumen muy pequeño que cada vez se va reduciendo más. Este es el tipo de agujeros negros postulados por primera vez dentro de la teoría de la relatividad general.
- Micro agujeros negros: Son objetos hipotéticos, algo más pequeños que los estelares. Si son suficientemente pequeños, pueden llegar a evaporarse en un período relativamente corto mediante emisión de radiación de Hawking. Este tipo de entidades físicas es postulado en algunos enfoques de la gravedad cuántica, pero no pueden ser generados por un proceso convencional de colapso gravitatorio, el cual requiere masas superiores a la del Sol.
Según su carga y momento angular
Existe un teorema sobre propiedades de los agujeros negros que se suele enunciar diciendo que «un agujero negro no tiene pelo» (en inglés No-hair theorem); el teorema afirma que cualquier objeto que sufra un colapso gravitatorio alcanza un estado estacionario como agujero negro descrito solo por tres parámetros: su masa M, su carga Q y su momento angular J. Considerando estas dos últimas propiedades físicas, tenemos la siguiente clasificación para el estado final de un agujero negro:
- El agujero negro más sencillo posible es el agujero negro de Schwarzschild, que no rota ni tiene carga.
- Si no gira pero posee carga eléctrica, se tiene el llamado agujero negro de Reissner-Nordstrøm.
- Un agujero negro en rotación y sin carga es un agujero negro de Kerr.
- Si posee rotación y carga, hablamos de un agujero negro de Kerr-Newman.
Y no podiamos proseguir este testamento sin hacerle su respectiva mención al singular concepto del "Agujero Blanco", que es un término propuesto para definir una solución a las ecuaciones del campo gravitatorio de Einstein, cuya existencia se cree imposible, debido a las condiciones tan especiales que requiere. Se trata de una región finita del espacio-tiempo, visible como objeto celeste con una densidad tal que deforma el espacio, pero que, a diferencia del agujero negro, deja escapar materia y energía en lugar de absorberla. De hecho ningún objeto puede permanecer en el interior de dicha región durante un tiempo infinito. Por ello se define un agujero blanco como el reverso temporal de un agujero negro: el agujero negro absorbe a su interior a la materia. En cambio el agujero blanco la expulsa (o al menos según las hipótesis científicas y la ficción especulativa al respecto).
Los más importantes avances en esta teoría son debidos a los trabajos independientes de los matemáticos Ígor Nóvikov y Yuval Ne'eman en la década de 1960, basados en la solución de Kruskal-Schwarzschild de las ecuaciones de la relatividad general. El agujero negro de Schwarzschild es descrito como una singularidad en la cual una geodésica puede solo ingresar, tal tipo de agujero negro incluye dos tipos de horizonte: un horizonte "futuro" (es decir, una región de la cual no se puede salir una vez que se ha ingresado en ella, y en la cual el tiempo —con el espacio— son curvados hacia el futuro), y un horizonte "pasado", el horizonte pasado tiene por definición la de una región donde es imposible la estancia y de la cual solo se puede salir; el horizonte pasado entonces ya correspondería a un agujero blanco. Ademas de otras formulaciones similares como las siguientes:
Los agujeros blancos como una especie de "salida" de los agujeros negros, ambos tipos de singularidades probablemente estarían conectadas por un agujero de gusano (notar que, como los agujeros blancos, los agujeros de gusano aún no han sido encontrados hasta ahora); cuando se descubrieron los cuásares se supuso que estos eran los buscados agujeros blancos pero en la actualidad tal supuesto ha sido descartado.
Otra idea generalizada en la actualidad es que los agujeros blancos serían muy inestables, durarían muy poco tiempo e incluso tras formarse podrían colapsar y transformarse en agujeros negros.
Finalmente, no podía cerrar con broche de oro sin "rematar la cereza de este pastel literario con la infaltable influencia particular que han tenido estas brutalidades cósmicas en las pobres mentes de la sociedad" 


, y es que para variar a raíz de buena parte de las fotos referenciales que mostré previamente (las del tipo rayos X estelares), muchas personas le encontraron el lado mas jocoso al usar la ciencia como musa artística para desarrollar estas bellezas digitales que me llevaron a pensar desde hace meses en esta entrada anual (... junto con otras que se vienen a futuro, lo cual me pidió horas de pensar y escribir como Cervantes) y cuyos resultados me han llevado a pensar en verdad como el conocimiento siempre ha tenido ese infinito potencial de amalgamarse en la cultura de forma magistral con exponencias tan suculentas (... seamos sinceros) como estas que les dejo como agua para los ojos:
Y ya que llegaron a este punto de la escritura que sobra decir que el eje central que resumiría a pocas palabras el trasfondo de este especial en particular es:
˙ouı̣ʇsǝp ןǝp sɐɯnןd sɐן ɹod sǝuoƎ ǝpsǝp oʇı̣ɹɔsǝ oı̣ɟɐʇı̣dǝ ı̣ɯ sǝ ǝsƎ˙sopoʇ ǝp ʎ opoʇ ǝp uoı̣ɔı̣pɹǝd ɐן ɐ opǝı̣ɯ ouɹǝʇǝ ʎ oɹǝɯ ןǝ 'ɐı̣ɹı̣p uǝı̣q sɐW?ɐɯǝʇɐuⱯ¿ '?uoı̣ɔɐןosǝꓷ¿ '?ɐı̣ןoɔuɐןǝW¿ '?ɐzǝʇsı̣ɹꓕ¿ '?pɐpǝı̣suⱯ¿˙ʎoʇsǝ opunɯ ןɐ oʇɹǝı̣dsǝp sɐɯ oʇuɐʇ ɹod oɹǝdsǝsǝp ǝɯ sɐɯ 'odnɔoǝɹd ǝɯ sɐɯ sɐɹʇuǝı̣W
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